La tortuga es un reptil caracterizado por su caparazón y la capacidad de esconder su cabeza en él como mecanismo de defensa. Existen numerosas especies de tortugas en todo el mundo, adaptadas a diferentes hábitats, desde los océanos hasta los desiertos y los bosques.
El caparazón de la tortuga está formado por placas óseas cubiertas de queratina, lo que le proporciona una protección contra los depredadores. Cuando se siente amenazada, la tortuga puede retirar su cabeza y extremidades dentro de su caparazón, quedando así resguardada de posibles ataques.
Las tortugas se alimentan de una variedad de alimentos, dependiendo de su especie y entorno. Algunas son herbívoras, mientras que otras son carnívoras o omnívoras. Su longevidad también es notable, con algunas tortugas viviendo más de cien años.
Las tortugas son consideradas animales de compañía populares gracias a su aspecto único y su comportamiento tranquilo. Son mascotas de bajo mantenimiento y pueden adaptarse bien a la vida en cautiverio, siempre y cuando se les proporcione un hábitat apropiado y una dieta equilibrada.
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