La ráfaga es una sucesión rápida de disparos de una ametralladora u otra arma automática. Este tipo de disparo se caracteriza por su alta cadencia, lo que permite lanzar una gran cantidad de proyectiles en poco tiempo. La ráfaga es utilizada tanto en combate como en entrenamiento.
La finalidad de la ráfaga es aumentar la eficacia del disparo, ya que al lanzar varios proyectiles de manera casi simultánea se incrementa la probabilidad de alcanzar el blanco. Además, el sonido característico de una ráfaga puede tener un efecto psicológico en el enemigo, generando miedo o confusión.
Para ejecutar una ráfaga, el tirador debe mantener el gatillo presionado durante un cierto período de tiempo, lo que activa el mecanismo de disparo automático del arma. Sin embargo, es importante tener en cuenta que una ráfaga prolongada puede generar un calentamiento excesivo del cañón y comprometer la precisión de los disparos.
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