La purgación, también conocida como refutación de indicios inculpadores, es un proceso legal que tiene como objetivo desacreditar o invalidar las pruebas presentadas en contra de alguien en un juicio. Este procedimiento permite que una persona se defienda y demuestre su inocencia frente a las acusaciones que se le imputan.
En la purgación, el acusado tiene la oportunidad de presentar argumentos y evidencias que contrarresten los indicios presentados por la parte acusadora. Esto implica un análisis minucioso de las pruebas y una estrategia sólida de defensa.
Es importante destacar que la purgación no implica necesariamente que el acusado se declare inocente, sino que busca cuestionar la validez o la veracidad de las pruebas presentadas en su contra. Esto puede incluir la presentación de testimonios, expertos o pruebas documentales que contradigan las pruebas incriminatorias.
La purgación es un derecho fundamental en el sistema judicial que garantiza que todas las personas tengan la oportunidad de presentar su versión de los hechos y mostrar su inocencia. Es un elemento clave para asegurar un juicio justo y equitativo.
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