Un crisol es un recipiente de material refractario utilizado en procesos de laboratorio e industriales, especialmente en el área de la metalurgia y la química. Este objeto tiene la capacidad de resistir altas temperaturas, lo que lo hace apto para su uso en hornos y otros equipos de alta temperatura.
Los crisoles son comúnmente utilizados para fundir, calentar y procesar sustancias a temperaturas extremadamente altas. Están hechos de materiales como cerámica, vidrio o metales como el platino, y se encuentran disponibles en diferentes tamaños y formas, dependiendo de la aplicación específica.
El uso de crisoles es fundamental en numerosos procesos industriales, como la fabricación de acero, la producción de metales preciosos o la síntesis química. Además, también tienen un papel importante en la investigación científica, ya que permiten la manipulación y el estudio de sustancias a altas temperaturas.
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