Una persona tullida es aquella que no puede mover su cuerpo o parte de él debido a una discapacidad física. Esta condición puede ser causada por diversas razones, como accidentes traumáticos, enfermedades neuromusculares o congénitas. Los individuos tullidos pueden experimentar limitaciones en sus movimientos, lo cual puede hacer que realicen actividades diarias de manera más dificultosa o requieran la ayuda de dispositivos de asistencia, como sillas de ruedas o prótesis.
La discapacidad tullida no solo afecta la movilidad de la persona, sino que también puede tener un impacto en su calidad de vida y en su capacidad para participar plenamente en la sociedad. Es importante que se les brinde acceso a servicios de rehabilitación y terapias físicas para mejorar su funcionalidad y promover su bienestar. Asimismo, se debe fomentar la inclusión y la eliminación de barreras físicas y sociales para permitir la plena participación de las personas tullidas en todos los ámbitos de la vida.
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