El ralentí es el número mínimo de revoluciones por minuto (RPM) que puede mantener un motor en reposo sin apagarlo. Es una medida importante ya que afecta el funcionamiento y la durabilidad del motor.
Cuando un motor está en ralentí, está funcionando a una velocidad más baja de lo normal. Esto significa que el motor está consumiendo menos combustible y produciendo menos emisiones. Sin embargo, también puede tener algunas implicaciones negativas.
Un ralentí demasiado bajo puede hacer que el motor funcione de manera irregular, lo que puede causar vibraciones y dificultades para arrancar. Además, puede reducir la eficiencia del sistema de ventilación y enfriamiento, lo que podría llevar a problemas de sobrecalentamiento.
Por otro lado, un ralentí demasiado alto resultará en un consumo innecesario de combustible y un desgaste prematuro del motor. Además, puede generar más ruido y vibraciones incómodas.
Es importante asegurarse de que el motor esté funcionando correctamente en ralentí para evitar problemas y garantizar una mayor durabilidad y eficiencia. Por ello, es recomendable consultar el manual del fabricante para conocer el rango de ralentí recomendado para un motor específico.
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