La derivada es un concepto fundamental en el cálculo diferencial que permite medir la rapidez de cambio de una función en relación a una variable. Se puede interpretar como la pendiente de la recta tangente a la curva de la función en un punto específico.
La derivada se calcula mediante un proceso matemático llamado diferenciación. Se representa utilizando el símbolo «d» seguido de la variable respecto a la cual se está derivando. Por ejemplo, «dx» indica que se está derivando respecto a la variable «x».
La derivada tiene diversas aplicaciones en la ciencia y la ingeniería, ya que permite analizar y predecir el comportamiento de fenómenos en función del tiempo o de otra variable independiente. Además, se utiliza para encontrar mínimos y máximos de funciones, determinar la concavidad de una curva y calcular tasas de cambio instantáneas.
El concepto de derivada se relaciona estrechamente con el de integral, ya que son operaciones inversas. La derivada mide la rapidez de cambio de una función, mientras que la integral calcula el área bajo la curva de una función.
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