La lechada es una masa de cal mezclada con arena que se utiliza en diversos procesos de construcción y rehabilitación de edificios. Se trata de una mezcla de consistencia pastosa que se aplica sobre superficies, ya sean muros interiores o exteriores, con el objetivo de sellar, rellenar o nivelar.
Una de las principales características de la lechada es su capacidad para endurecer y fijarse al material de base, formando una capa resistente y duradera. Además, su composición a base de cal le confiere propiedades antibacterianas y antihongos, lo que ayuda a evitar la proliferación de microorganismos perjudiciales para la salud.
La lechada puede ser utilizada para rejuntar baldosas, proporcionando un acabado estético y funcional a los revestimientos de suelos y paredes. También se emplea en la consolidación y reparación de fachadas, ya que ayuda a reforzar la unión entre los elementos constructivos y a mejorar su imagen.
Por lo tanto la lechada es una solución versátil y efectiva en el ámbito de la construcción, que permite mejorar la resistencia y apariencia de las superficies, proporcionando una protección adicional contra la aparición de agentes dañinos.
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