El epicentro es el lugar en la superficie de la Tierra donde un terremoto tiene su origen y causa el mayor daño. Se encuentra directamente sobre el foco del terremoto, que es el punto en el interior de la Tierra donde se libera la energía sísmica. Cuando un terremoto ocurre, las ondas sísmicas se propagan desde el foco hacia el epicentro y luego se dispersan por todo el área afectada.
El epicentro de un terremoto suele ser el lugar donde se concentra la mayor intensidad del movimiento telúrico. Aquí es donde se pueden observar los efectos más destructivos, como el colapso de edificios, deslizamientos de tierra y tsunami en caso de ocurrir cerca de la costa. Los sismólogos utilizan la información recopilada en el epicentro para determinar la ubicación y la magnitud del terremoto.
Es importante destacar que el epicentro no es necesariamente el área más cercana al foco del terremoto. La distancia entre el epicentro y el foco puede variar dependiendo de varios factores, como la profundidad del evento sísmico. Además, es común que se produzcan réplicas en torno al epicentro después del terremoto inicial.
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