El dragado es el proceso de limpieza y remoción de sedimentos, arena y otros materiales del fondo de un canal, río o área de agua. Se realiza utilizando una draga, que es una embarcación especializada equipada con cucharas o bombas de succión. El objetivo principal del dragado es mantener la profundidad y la navegabilidad de los cuerpos de agua, permitiendo el paso seguro de embarcaciones y evitando posibles obstrucciones.
El dragado es esencial para mantener la infraestructura marítima y fluvial, como puertos, canales de navegación y muelles, en condiciones óptimas. Además, ayuda a prevenir inundaciones al mejorar el flujo del agua y aumentar la capacidad de almacenamiento de los ríos y lagos. También es utilizado en proyectos de construcción, como la creación de nuevas vías navegables o la ampliación de existentes.
El proceso de dragado puede tener un impacto ambiental significativo, ya que implica la remoción de sedimentos que podrían contener contaminantes o alterar los hábitats acuáticos. Por esta razón, se deben tomar medidas adecuadas para minimizar cualquier daño ambiental y garantizar que se cumplan los estándares de protección ambiental.
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