Un socavón o hundimiento del suelo ocurre cuando el terreno cede, dejando atrás un agujero de gran tamaño. Estos fenómenos suelen ser causados por una combinación de factores, como la erosión del suelo, la filtración de agua subterránea y la actividad humana. Los socavones pueden aparecer de forma repentina y sin previo aviso, representando un peligro para las estructuras y personas que se encuentren cerca. Uno de los casos más conocidos ocurrió en la ciudad de Guatemala en 2010, cuando un socavón se tragó un edificio de tres plantas. Para prevenir los socavones, es necesario llevar a cabo un adecuado estudio geotécnico del terreno antes de construir y realizar un mantenimiento adecuado de las redes de agua y alcantarillado. En caso de detectar un socavón, es importante tomar medidas rápidas para evitar que se agrande y cause más daños.
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