La cafeína es una sustancia estimulante que se encuentra en varios alimentos y bebidas, siendo el café una de las fuentes principales. Al consumirla, la cafeína tiene la capacidad de estimular el sistema nervioso central, lo que produce una sensación de alerta y mejora la capacidad de concentración.
La cafeína actúa bloqueando los receptores de adenosina en el cerebro, lo que provoca un aumento en la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina. Estas sustancias están asociadas con la sensación de energía y aumento del estado de alerta.
Además de su efecto estimulante, la cafeína también tiene propiedades diuréticas, lo que puede contribuir a un aumento de la micción y ayudar a prevenir la retención de líquidos. Sin embargo, su consumo en exceso puede tener efectos secundarios como nerviosismo, insomnio, irritabilidad y taquicardia.
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