Un inquilino es aquella persona que paga un alquiler al dueño de una casa o propiedad para habitarla. Este acuerdo se establece mediante un contrato de arrendamiento, donde se detallan los derechos y responsabilidades tanto del inquilino como del propietario.
El inquilino tiene la obligación de pagar la renta acordada en tiempo y forma, así como de cuidar y mantener el lugar en buenas condiciones. A cambio, tiene el derecho de vivir en la propiedad y de disfrutar de los servicios y comodidades ofrecidas.
Es importante destacar que el inquilino no es el propietario de la vivienda, por lo que no tiene derecho a realizar modificaciones o cambios estructurales sin el consentimiento del dueño. Sin embargo, puede personalizar y decorar el espacio de acuerdo a sus preferencias.
En caso de problemas o conflictos, tanto el inquilino como el arrendador tienen la responsabilidad de comunicarse y resolver cualquier situación de manera amistosa. Si no es posible llegar a un acuerdo, pueden acudir a las autoridades correspondientes para buscar una solución justa.
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