El esqueleto es el conjunto de huesos que proporciona soporte y estructura al cuerpo humano. Está compuesto por 206 huesos, que se unen mediante articulaciones y están conectados por ligamentos. El esqueleto se divide en dos partes principales: el esqueleto axial, que incluye el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón, y el esqueleto apendicular, que comprende los huesos de las extremidades superiores e inferiores, así como las cinturas escapular y pélvica.
Además de proporcionar soporte, el esqueleto también tiene otras funciones vitales. Protege órganos vitales como el cerebro, el corazón y los pulmones. Además, participa en la producción de células sanguíneas a través de la médula ósea y actúa como reserva de minerales como el calcio y el fósforo.
El mantenimiento de un esqueleto sano y fuerte es crucial para nuestra salud en general. Una buena alimentación, ejercicio regular y evitar factores de riesgo como el tabaco y el alcohol, contribuyen a mantener nuestros huesos en óptimas condiciones. También es importante recibir suficiente vitamina D y calcio para fortalecer el esqueleto y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
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