Una aureola es un disco luminoso que se representa en la cabeza de los santos en obras de arte religioso. Este halo de luz simboliza la santidad y la divinidad de la figura representada, resaltando su conexión especial con lo sagrado. La aureola puede estar hecha de luz dorada, resplandecer con colores brillantes o tener un aspecto más suave y difuso.
La presencia de una aureola en una obra de arte impregna la figura con un sentido de divinidad y trascendencia. Es un elemento visual que transmite la esencia espiritual del santo representado y es reconocible de inmediato por los espectadores familiarizados con la iconografía religiosa.
Aunque las representaciones de aureolas son comunes en la tradición cristiana, también se encuentran en otras religiones y culturas. En cada contexto, la aureola puede variar en forma y estilo, pero siempre cumple la función de destacar la santidad y la conexión divina de la figura a la que rodea.
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