El caparazón es una cubierta dura y resistente que protege a ciertos animales como los tortugas, las armadillos y los cangrejos. Normalmente está compuesto por diferentes capas de material óseo o quitinoso, proporcionando una defensa eficaz contra depredadores y otros peligros del entorno.
Esta estructura externa es crucial para la supervivencia de estos animales, ya que les brinda una excelente protección contra ataques y lesiones. Además, el caparazón también cumple funciones importantes en el equilibrio térmico y como soporte estructural para la locomoción.
El tamaño, la forma y la textura del caparazón pueden variar según la especie de animal. Algunos tienen caparazones planos y anchos, mientras que otros poseen caparazones altos y cúpulas. Además, algunos caparazones tienen espinas o quillas para una mayor protección.
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