Decapitar es el acto de cortar la cabeza de un animal o una persona de manera violenta y abrupta. Este método ha sido utilizado a lo largo de la historia como forma de castigo, ejecución o ritual. Es considerado uno de los métodos más brutales y impactantes de ejecución.
La decapitación puede realizarse de varias formas, como el uso de un instrumento afilado, como una espada o un hacha, o mediante la aplicación de una guillotina. Este acto produce un corte rápido y certero en el cuello, separando de forma instantánea la cabeza del cuerpo.
La decapitación ha sido utilizada en diferentes culturas y épocas, como en la antigua Roma, donde era común como forma de ejecución para los criminales o en la Revolución Francesa, donde la guillotina se utilizó masivamente para decapitar a los condenados a muerte.
En la actualidad, la decapitación es considerada un acto extremadamente violento y cruel, y está prohibida por la mayoría de los sistemas legales y tratados internacionales de derechos humanos.
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