El Ermitaño es un fascinante crustáceo marino que utiliza caracolas vacías como protección y hogar. También conocidos como «cangrejos ermitaños», estos pequeños crustáceos tienen un abdomen blando y vulnerable, por lo que se refugian en caracolas abandonadas para resguardarse de los depredadores y mantenerse húmedos.
Los ermitaños son muy hábiles para encontrar y cambiarse de caracola a medida que crecen, siempre en busca de una más grande y adecuada para su tamaño. Este comportamiento les permite adaptarse a su entorno y protegerse en caso de peligro.
Los ermitaños son animales nocturnos y se alimentan principalmente de algas, detritos y pequeños invertebrados. Aunque suelen ser solitarios, también se agrupan ocasionalmente en colonias para protegerse mutuamente.
Es importante destacar que aunque el ermitaño utiliza las caracolas como hogar, no daña ni mata a los moluscos que las habitan. En cambio, encuentra caracolas vacías que ya han sido abandonadas y las aprovecha como refugio.
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