Un carpófago es un animal que se alimenta principalmente de frutas. Este tipo de hábito alimenticio se encuentra en varias especies de mamíferos, aves e insectos. Los carpófagos tienen una preferencia por los frutos maduros y jugosos, ya que contienen altas cantidades de azúcares y nutrientes esenciales.
Algunos ejemplos de animales carpófagos incluyen ciertos murciélagos frugívoros, aves como el tucán y el lori arco iris, así como diferentes especies de monos y roedores. Estos animales desempeñan un papel importante en la dispersión de las semillas de las plantas, ya que al comer los frutos, eliminan las semillas en diferentes lugares a través de sus heces.
La adaptación de los carpófagos incluye características físicas como garras y dientes especializados para abrir y extraer la pulpa de las frutas, así como un olfato y vista agudos para detectar los frutos maduros. Además, algunos animales carpófagos tienen una anatomía específica para tragar grandes cantidades de frutas de forma eficiente.
En conclusión, los carpófagos son animales especializados en alimentarse principalmente de frutas maduras. Su dieta contribuye a la dispersión de semillas y son importantes para el equilibrio de los ecosistemas donde habitan.
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