Amamantar, también conocido como alimentar a un mamífero recién nacido, es una práctica crucial para el desarrollo y bienestar del bebé. A través de la lactancia materna, la madre provee alimento, calor y seguridad a su hijo. Este proceso íntimo y natural garantiza una nutrición óptima, ya que la leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y fortalecimiento del sistema inmunológico del bebé.
La lactancia materna no solo proporciona nutrientes esenciales, sino que también promueve un vínculo emocional entre la madre y el bebé. Durante la lactancia, se liberan hormonas que fortalecen los lazos afectivos y generan sensaciones de calma y bienestar tanto en la madre como en el bebé.
Además de los beneficios para el bebé, la lactancia materna también tiene ventajas para la madre. Amamantar ayuda a quemar calorías y acelerar la recuperación postparto. Además, reduce el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, como el cáncer de mama y de ovario.
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